
La teoría restante implica el tránsito de un planeta con la masa aproximada de Mercurio cuya superficie se está literalmente evaporando en el espacio. El planeta está orbitando tan cerca de la estrella, con un periodo de 15,7 horas, que el calor y la luz de la estrella causan que la superficie del planeta se sublime y se cree una especie de atmósfera. Si el planeta fuese geológicamente activo, habría una cantidad significativa de polvo y partículas macroscópicas en la atmósfera. Si la atmósfera estuviese cargada con polvo de esta forma, y el gas atmosférico pudiese escapar a través de algún tipo de corriente termal, entonces las partículas de polvo se depositarían en forma de cola de escombros oscura.
Los investigadores presentaron simulaciones donde detallaban esta pérdida del planeta, como las curvas de luminosidad se podrían ver afectadas. Uno de los parámetros vagamente limitados es la masa exacta del planeta, que debe ser pequeña, apenas dos veces la de Mercurio. Si el planeta fuese más pequeño, el tiempo de evaporación sería menor y la probabilidad de observarlo, menor. Un planeta mayor tendría gravedad suficiente para prevenir la pérdida de masa y la curva de luminosidad única no se observaría. Se requerirán observaciones adicionales para aprender más de este misterioso sistema, pero si se confirma, estaría entre los cuerpos celestes más pequeños indirectamente detectados, y el primer planeta extrasolar encontrado que es geológicamente activo.
Via astrobites
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