
Se usa un conector USB para conectar el cargador PowerTrekk al dispositivo. Cuando se introduce agua en el pequeño disco de metal desechable dentro de la unidad, se libera gas de hidrógeno y se combina con oxígeno para convertir la energía química en energía eléctrica. La carga resultante es suficiente para cargar un iPhone entre un 25% y un 100% de la capacidad de su batería.
Los investigadores apuntan que este cargador es un primer paso de cara a la construcción de células de combustible para portátiles. Es un movimiento estratégico para que las células de combustible ganen aceptación en la sociedad. Los cargadores pueden ser considerados caros ahora, pero a largo plazo, cuando lleguen de forma masiva a todo el mercado, disminuirán de precio.
Las células de combustible se pueden encontrar en los coches eléctricos, camiones y autobuses, y en sistemas de seguridad de suministro de energía para hospitales y plantas de cogeneración. El proceso mediante el cual generan electricidad es considerado seguro para el medio ambiente, y el único residuo es vapor de agua. El sistema de células de combustible es pasivo y no tiene ventiladores ni elementos de bombeo.
Los investigadores afirman que los cargadores por célula de combustible son más rápidos y fiables que los cargadores solares. El dispositivo es tanto una célula de combustible como una batería portátil, proporcionando una fuente de energía directa así como un elemento de almacenaje para combustible. Está dirigido a aquellos que viajan o viven en zonas remotas, entusiastas de la naturaleza y el aire libre, y trabajadores humanitarios u ONGs.
Via kth
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