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Los investigadores proponen usar un pequeño sensor ajustable enfriado por láser que "flote" en una cavidad óptica de manera que no se vea afectado por la fricción. El equipo está buscando fondos para comenzar la construcción de un pequeño prototipo el próximo año.
Las ondas gravitacionales se propagan desde las remotas esquinas de nuestro universo, estirando y comprimiendo el tejido del espacio-tiempo. Una onda gravitacional de paso cambia la distancia física medida entre dos masas de prueba, pequeños discos o esferas. En este enfoque, tales masas experimentan una fricción mínima y por tanto se consigue una gran sensibilidad a pequeñas fuerzas.
Mientras que se han obtenido evidencias indirectas de ondas gravitacionales a través del estudio del cambiante periodo orbital de una estrella de neutrones binaria, que obtuvo el premio Nobel de Física en 1993, las ondas gravitacionales aún no han sido observadas directamente. La detección directa de ondas gravitacionales desde fuentes astrofísicas permitiría un nuevo tipo de astronomía, que nos daría "imágenes" del cielo análogas a las que se obtienen usando telescopios. En este sentido, la invención de un detector de ondas gravitacionales permitiría "ver" el universo a través de dichas ondas, es análogo a la invención del telescopio, que nos permite ver el universo usando luz. Tener tales detectores nos permitirá aprender más acerca de los objetos astrofísicos de nuestro universo, como los agujeros negros. El enfoque descrito por el equipo de investigación puede superar la sensibilidad de la próxima generación de observatorios de ondas gravitacionales hasta un orden de magnitud en un rango de frecuencia desde 50 a 300 kilohercios.
Via UNR
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