miércoles, 3 de julio de 2013

De diminuto a masivo: explican la evolución del tamaño de los mamíferos

Los científicos han añadido otra pieza al puzzle de la evolución, explicando por qué ciertas familias de mamíferos han evolucionado para ser muy grandes, mientras otras han permanecido pequeñas.

Un grupo internacional de científicos ha propuesto una nueva teoría que explica la diversidad de tamaños en los mamíferos, desde los aproximadamente dos gramos de la musaraña etrusca hasta las 200 toneladas de la ballena azul. Sorprendentemente, la clave está en el peso de la cría en relación a la masa del cuerpo del adulto.

El tamaño es fundamental para la vida y para el cuerpo, la velocidad de los latidos del corazón, la cantidad de alimento necesario, la forma en que algo se mueve son algunos de los elementos en que esto influye. Tras la extinción de los dinosaurios, los mamíferos florecieron y su tamaño se incrementó de forma dramática. El estudio examina el máximo tamaño de algunos grupos incluyendo ballenas, elefantes, primates y roedores durante este periodo para examinar las restricciones de tamaño.

Los investigadores descubrieron que las especies que maduraron más rápidamente y produjeron una masa más grande de crías cada año en relación con su peso corporal fueron capaces de evolucionar hacia un tamaño máximo mayor. Además, tienen más posibilidades de alcanzar ese tamaño en menos generaciones. Esta alta tasa de producción biológica es de vital importancia, independientemente de si en un año nacieron muchas crías pequeñas o una gran descendencia. Las ballenas son un excelente ejemplo de la teoría.

La ballena azul es el animal más grande que ha evolucionado, mayor incluso que los dinosaurios, y alcanzó ese tamaño a la velocidad más rápida registrada. La clave para este éxito es que produjeron crías grandes que maduraron rápidamente, alcanzando los 30 metros de tamaño en 10 años. Los primates están en el extremo opuesto del espectro. Estos tienen una baja tasa de producción y han evolucionado muy lentamente. Nunca han sobrepasado los 500 kg.

El estudio también enlaza el tamaño con la tasa de mortalidad. Ya que los animales más grandes tienden a alimentarse con menor frecuencia que los animales más pequeños, si la tasa de mortalidad se duplica, las predicciones indicaron que serían 16 veces más pequeños. Esto señala por qué muchos de los animales grandes se extinguieron tras la última glaciación, ya que el cambio de clima probablemente incrementó las tasas de mortalidad. Los animales más grandes tienen también un mayor riesgo de extinción en ambientes modernos ya que a su población le lleva más tiempo repuntar tras los desastres.

Via Monash

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