Un grupo de investigadores ha descubierto recientemente que un fenómeno climático espacial común en la cercanías de la burbuja magnética de la Tierra, la magnetosfera, tiene grandes implicaciones para Venus. Las explosiones gigantes, llamadas anomalías de flujo, puede ser tan grandes en Venus que son mayores que en planeta entero y pueden tener lugar varias veces al día.
Los investigadores afirman que no solo son gigantescas, sino que además Venus no tiene un campo magnético para protegerse a si mismo, y las anomalías calientes de flujo tienen lugar justo encima de planeta, pudiendo tragarse el planeta entero. Los resultados de la investigación muestran cuan grande y frecuente es este tipo de clima espacial en Venus.
La Tierra está protegida del constante flujo de radiación del viento solar por su magnetosfera. Venus, sin embargo, no tiene esa suerte. Un planeta inhóspito y estéril con una atmósfera tan densa que una nave espacial que aterrice allí será aplastada durante horas, Venus no tiene protección magnética.
Los científicos gustan de comparar ambos: ¿Qué ocurrió de forma diferente en la tierra que hizo que en la actualidad sustente la vida? ¿Cómo habría sido la Tierra sin su campo magnético?
En la Tierra, las anomalías de flujo caliente no lo hacen en el interior de su magnetosfera, pero liberan tanta energía justo en el exterior que el viento solar es desviado, y puede ser forzado a retroceder de vuelta al Sol. Sin una magnetosfera, lo que ocurre en Venus es muy diferente.
La única protección de Venus del viento solar es la capa atmosférica externa cargada llamada ionosfera. Existe un equilibrio sensible a la presión entre la ionosfera y el viento solar, un equilibrio fácilmente interrumpido por la gigante acometida de energía de una anomalía caliente de flujo. Dichas anomalías pueden crear dramáticas interrupciones a escala planetaria, sorbiendo posiblemente la ionosfera hacia afuera y lejos de la superficie del planeta.
Via NASA
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