Inspirado en el papel plegado en el arte del origami, los químicos de la Universidad de Texas en Austin, han desarrollado un sensor de papel en 3-D que puede ser capaz de detectar enfermedades como la malaria y el VIH por menos de 10 centavos de dólar por unidad.
Los sensores de papel unidimensionales, como los usados en los test de embarazo, son comunes pero tienen limitaciones. Los sensores 3D que se doblan pueden comprobar más sustancias en un área menor y suministrar resultados para pruebas más complejas.
Es fácil de producir en cualquier lugar del mundo, cualquiera lo puede doblar, no necesitas especialista para ello. Si la muestra contiene lo que el sensor está diseñado para detectar, reaccionará de manera sencilla. Se volverá de un determinado coloro o será fluorescente a la luz ultravioleta, pudiéndose ver a simple vista.
Los creadores buscan ahora la forma de añadirle una batería simple al sensor, para llevar a cabo pruebas que necesiten más potencia o energía. El prototipo utiliza una lámina de aluminio y busca la glucosa en la orina. Las estimaciones realizadas indican que la inclusión de este tipo de baterías aumentaría únicamente unos pocos centavos el costo de producción del sensor.
Via Universidad de Texas
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