Convertirse en una estrella puede ser todo un reto, pero nuevas observaciones revelan que es mucho más sencillo en el espacio que en Hollywood. Solo el 14% de todas las aspirantes a estrellas llegan a serlo, según las últimas investigaciones.
En principio, es sencillo deducir cuantas estrellas tienen éxito: basta con comparar las cifras de estrellas normales con el de fallidas, también conocidas como enanas marrones. Estas fracasadas nacen con menos del 8% de la masa del Sol, así que sus núcleos nunca se calientan lo suficiente como para sostener la fusión nuclear del hidrógeno-1, el isótopo que potencia la llamada secuencia principal de estrellas como el Sol. La mayoría de las enanas marrones queman hidrógeno-2 o deuterio, pero se termina pronto, y todas las reacciones nucleares cesan. Una joven enana marrón brilla en rojo, debido al calor de su nacimiento, y luego se enfría y apaga con el tiempo. Esto las hace difíciles de encontrar y por tanto es complicado saber si son raras o tan abundantes como el resto de estrellas.
Astronomos del Caltec decidieron echar un vistazo en longitudes de onda infrarrojas, donde los objetos emiten la mayoría de su radiación. El equipo uso el WISE de la NASA para detectar enanas marrones cerca del Sol, algunas de las cuales se han enfriado a temperatura ambiente. El WISE apuntó a 16 enanas marrones desconocidas dentro de un radio de 26 años luz de la Tierra. Los resultados arrojados son de una enana marrón por cada seis estrellas normales, en el vecindario del Sistema Solar.
Esto sorprendió a los científicos, que esperaban encontrar más enanas marrones. Si fueran más comunes, podrían residir más cerca de Alfa Centauri, el sistema estelar más cercano al Sol. No es probable que se encuentre ninguna enana marrón en ese radio de cercanía. Las dos enanas marrones conocidas más cercanas orbitan en Epsilon Indi, una estrella a 11,8 años luz, lo cual es casi tres veces la distancia a Alfa Centauri.
Los astrónomos dicen que la nueva estimación de enanas marrones coincide con otros estudios con enfoques diferentes: buscar agrupaciones de estrellas tan jóvenes que sus enanas marrones no hayan tenido tiempo de apagarse, facilitando su localización. Estos trabajos han arrojado una proporción de 1:5 entre enanas marrones y estrellas normales.
Sin embargo, astrónomos de la Universidad de Georgia son críticos con las conclusiones del nuevo trabajo, alegando que podrían ser prematuras, ya que sospechan que muchas de las enanas marrones detectadas por el WISE están más alejadas de la Tierra de lo que se cree. Esto significaría que dicha abundancia es menor que las estimaciones, apuntado a ratios de 1:5 hasta 1:20 entre enanas marrones y estrellas normales.
Via sciencemag
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