Científicos del Laboratorio Cavendish han usado luz para ayudar en el empuje de electrones a través de la clásica barrera impenetrable. Mientras el efecto túnel se sitúa en el corazón de la peculiar naturaleza ondulatoria de las partículas, esta es la primera vez que ha sido controlado mediante luz.
Normalmente, las partículas no pueden pasar a través de barreras, pero si son lo suficientemente pequeñas, la mecánica cuántica dice que puede ocurrir. Esto sucede durante la producción de descomposición radioactiva y en muchas reacciones químicas así como en microscopios con efecto túnel.
El truco para decirle a los electrones como pasar a través de barreras es aunarlos con luz. Este matrimonio está predestinado porque la luz está en forma de fotones de cavidad, paquetes de luz atrapados para saltar atrás y adelante entre espejos que emparedan los electrones oscilando a través del muro. El resultado es una nueva partícula indivisible, hecha de materia y luz, que desaparece a través de las paredes de un semiconductor a voluntad.
Una de las características de estas nuevas partículas, denominadas dipolaritones, es que se extienden en una dirección específica más o menos de forma parecida a una barra magnética, y precisamente como imanes, sufren las fuerzas extremadamente potentes entre ellos.
Ese tipo de interacción fuerte entre partículas está detrás de un reciente interés de los físicos de semiconductores, los cuales están tratando de crear condensados, el equivalente a los semiconductores y superfluidos que viajan sin pérdidas, en semiconductores.
Via Universidad de Cambridge
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